El proceso de significación no tiene límites: un signo puede explicar a otro signo. Y otro signo lleva al otro. Y así sucesivamente. La posibilidad de interpretar lo interpretado por suerte no termina. Explorar esta capacidad entrena el lenguaje y, por tanto, procesos mentales.
En 2019, a propósito de la publicación de nuestro libro Puntos de Fuga, elaboramos un glosario con términos para que cualquier persona entendiera mejor a Mugaritz. Comenzamos definiendo palabras ligadas a nuestra realidad, pensando que, compartir la manera con la que concebimos distintas palabras o realidades, ayudaría a que otros comprendieran, por ejemplo, que para Mugaritz la temperatura es un ingrediente; que la textura es para nosotros un sabor o que la atención, es en esta casa, es una técnica elemental de cocina. Nos dimos cuenta, sin embargo, que más que explicarnos a nosotros mismos, podíamos ejercitar el músculo de la semiosis junto a nuestros seguidores. Así, nuestro glosario dejó de ser unidireccional y se convirtió en un diálogo, en una especie de masa madre en la que fermentan acepciones creativas aportadas por los de aquí, los de allá y los de más allá. Por quienes han decidido jugar con nosotros, vertiendo en palabras imágenes proyectadas desde la vivencia, el entendimiento y la subjetividad. Comenzamos llevando hasta las mesas de nuestro restaurante una especie de cuaderno, que invitaba a interactuar.
Luego, aprovechando que las puertas de Mugaritz cerraron de enero a abril (como corresponde al periodo de creatividad), pero luego por causa del estado de emergencia a causa de la pandémica Covid 19, aprovechamos las redes sociales para dinamizar aún más el intercambio, sin imaginar lo multiplicador que sería.
En uno de los retos de significación que propusimos, lanzamos la siguiente pregunta: ¿Qué es Mugaritz para ti?